“Realidad del mundo de hoy: clamores y urgencias” este es el tema de la jornada. La oración de la mañana animada por las Hnas de América-Latina que nos hicieron ver un bello power-point con imágenes que evidenciaban las manos
trabajadoras de las mujeres de todos los continentes. En él hemos visto nuestro vivir cotidiano hecho de cosas simples, pero indispensables, nos sentimos unidas a ellas con misma fuerza y las ganas de osar.
A las 9:00 nos encontramos en asamblea para recibir las indicaciones del trabajo de la jornada. La invitación de Hna. M. Juana, moderadora, es de observar y contemplar este mundo en el que estamos y somos enviadas.
Hna. Ana María Donato, presentando el instrumento de trabajo en base a un texto del prof. Romeo Ciminello contenido en el Texto Base del Capítulo, nos sugiere de no quedarnos sólo en en artículo sino de basarnos en nuestra experiencia. Sigue un tiempo de lectura y reflexión personal, y luego de una breve pausa, nos encontramos para compartir en los grupos cuáles nuevas necesidades no podemos omitir de escuchar y por qué.
En la tarde, a las 15:30 hs en asamblea 
plenaria, cada grupo expresa algunas de las necesidades del mundo de hoy que no podemos omitir de escuchar y cuáles de ellas ya estamos respondiendo, y algunas necesidades a las cuales no damos atención y a cuáles debemos dar respuesta.
Muchas coincidencias al unísono en los cinco grupos de trabajo al escuchar la realidad de este mundo en el que vivimos, eso significa que hemos afinado el oído para escuchar los gritos de donde eso proviene. No son sólo palabras, sino el deseo de vivirlas con pasión y audacia. Hemos individualizado los grandes problemas del mundo, podría darnos miedo, pero no debemos resolverlos solas, podemos unirnos a los organismos ya existentes... El camino ya está abierto.
Luego de la pausa y hasta la cena vivimos un tiempo de oración personal y de agradecimiento guiadas por la síntesis del trabajo de los grupos de los dos días precedentes.
Para que los mismos puedan entrar en nosotras,“apropiarnos”, dejarnos atraversar por ellos e ir hasta el fondo del fondo. La pregunta que subyace es: ¿Qué parte de responsabilidad tenemos como Congregación? ¿De qué parte se pone cada una?
A las 8:45 un cuarto de hora de danza, para que el cuerpo libere su energía, ya que pasamos varias horas sentadas.
